Os explico: conocía Valencia desde hace muchos años. La primera vez que fui, ingenua de mí, ligamos en un pab con unos chicos muy amables que, mientras nos invitaban a una copa y bailábamos agarrao, sus colegas se dedicaron a vaciarnos los monederos. Menos mal que de las tres que íbamos, una dejó algo de dinero en el hotel. Hablo de 1970.


Pero la Valencia que he conocido en dos días ha borrado todos los recuerdos. Me he dejado conducir por unas personas que me han enseñado su ciudad. Ahora sí. Ahora puedo decir que conozco Valencia, y a los valencianos los iré conociendo porque pienso volver, pero la primera inmpresión ha sido desbordante de cariño y generosidad hacia mi persona.
Por la noche Pegamos la Hebra, esta vez con mayúsculas porque se refiere al programa de mi querida anfitriona, María Vicenta. Aquí están todas.
![]() | |||||
Equipo de Pegando la Hebra y yo |

Y entre alegría, horchata y buen rollo, llegó la charla. Hice lo que pude, nos reímos, escuché a mis compañeros y luego nos fuimos todos a cenar. Solo tengo una foto de la cena, pero no podía faltar porque volver a ver a Marta Querol, ha sido otra de las maravillas de este viaje.
Y ¡Cómo no! María Vicenta al fondo organizando alguna de las suyas.
Pues con esa hebra, hasta yo me aficionaba a la costura. Cuando las monjas me obligaban a coser, ni churritos, ni horchatas, ni paellas, ni cenitas ni, mucho menos alegrías. Yendo a lo serio, me alegro por ti.
ResponderEliminarUn día tendrás que pegar la hebra tú, Maria. Que tienes mucho y muy bueno que contar. A ver si me pongo las pilas y traduzco A les fosques, que la comunidad hispanoparlante no se lo pierda
Eliminar