Esta vez cumplo. Os contaré cómo los creo yo, no cómo se crean, que cada uno es un mundo y su creación es suya.
Necesito hacer una breve introducción para puntualizar un poco. Tal vez para defenderme de las críticas que recibo cuando sustituyo o compagino mal, el mundo de papel con el real. La culpa es de ellos, de los protagonistas, de ese grupo que va naciendo al compás de tu historia; son posesivos y absorbentes, no se separan de tu lado, duermen contigo e invaden tus horarios, porque si ellos tienen algo que decir te quitan hasta el hambre y no hablemos del sueño. Cuando ya tengo lo que quiero contar, puesto que yo escribo con narrador omnisciente, aparecen ellos: los que la viven.
La protagonista o él (la en mi caso), quiere ser diferente, original, sin caer en estereotipos, pero, ¡ay! Si no está todo inventado, no queda demasiado por descubrir, así que lo mejor es que sean normales y corrientes, que tengan su pequeña gracia, como todos los que somos del montón, porque podemos dejarlos planos y nadie simpatizará con ellos.
Lo primero que necesito es verla. Crear esa imagen mental en la que ella va a trabajar. Ya la veo. Ahora voy a escribir su vida. Le hago una ficha con su edad, descripción física, le busco casa, amigos, le creo gustos para comer, vestir, ocio, carácter... Escribo su biografía. Cuando ya es mi amiga, cuando dormimos juntas, ya puede empezar a rodar, pero claro, sola no puede hacer nada. Le buscaré amigos. Ya somos más en mi vida; en ese momento vivo con ella, pegada a su sombra y recorro los senderos de su vida. Ya tiene quién le de el contrapunto para reflejar su físico, su carácter y su forma de ser sin tener que recurrir a la copla: "Era hermoso y rubio, como la cerveza".
Nos vamos a trabajar. Mis protagonistas son policías, ese es mi género y ahí lo tengo más fácil porque conozco el ambiente desde dentro, pero no es lo mismo, porque no se trata de contar mi vida, aunque aproveche la experiencia. Entonces es cuando paso unos días leyendo con media cabeza y con la otra media imaginando ese entorno en el que ella no tardará en entrar. Organizo su mesa de trabajo, los bares que frecuenta cuando sale a desayunar, los compañeros de oficio... ¡Uf! Otro parón.
Tienen que ser reconocibles, con sus características y su idiosincrasia genuina, pero cuidando, como en la protagonista, no exagerar. Busco en mi memoria personas que hayan pasado por mi vida y elijo. Manel, el policía compañero de Candela tiene mucho de un inspector que conocí en mis tiempos. Virginia también. Una médico frustrada, una mujer seria y difícil de conocer porque se lo guarda todo para si. Vuelta a hacer fichas, vuelta a crear físico, carácter, vivienda, gustos...
La mayoría de autores emplean un tiempo infinito en documentarse y descuidan a sus criaturas. Yo les doy la máxima importancia, que la documentación es parte del proceso creativo, porque la consulto en la medida que la necesito. Creo que he leído cuanto ha caído en mis manos sobre La Transición, pero no antes, sino durante la escritura de la novela. Claro que tenía la ventaja de haber vivido la época. Las novelas que exceden de documentación y descuidan los personajes son otra cuestión de la que no voy a hablar, porque no quiero hacer crítica literaria, sino compartir con vosotros mi proceso creativo, mi forma de escribir. Tal vez no sea un taller y me expresé mal en el post anterior, aunque confío en que a algunos os puede ayudar, como a mí me ayuda cuando alguien me cuenta su forma de trabajar.
Llegados a este punto la novela echa a andar. Entonces es cuando el entorno real, si no desaparece, se diluye bastante porque no necesito a nadie, solo a ellos. A mis personajes vivos entre mis líneas, sus problemas, que serán los míos, su trabajo, al que acudiré cada mañana con ellos. Y por encima de todo, sus vidas, que serán la mía.
El próximo día: el asesino y la víctima.
Gracias por leerme.
Me ha encantado Mercedes, gracias por compartir tus métodos, por contarnos cómo lo haces. Gracias escritora mía!
ResponderEliminarGracias a la reina de las Mujeres de agua por pasar por aquí.
Eliminarcoincido en casi todo.
ResponderEliminarRafael
Ya me explicarás en lo que no coincides, seguro que aprendo algo.
EliminarMe encanta como lo explicas :)
ResponderEliminar´La próxima entrega está próxima, me alegro que te guste.
Eliminar