miércoles, 8 de junio de 2016

La Feria de las vanidades

Porque en el fondo vendemos poco los que no somos mediáticos, los que no salimos en la televisión o en los programas del corazón. A pesar de todo ahí estamos año tras año, con suerte de poder estar, porque los independientes tenemos que utilizar atajos para firmar unos libros que nos ha costado sangre sudor y pocas lágrimas crear, la verdad, porque si algo tiene escribir una novela, es el placer de hacerlo.
De las vanidades, sí, porque, no nos vamos a engañar. A todos nos hace ilusión colocarlos al otro lado de la caseta con un cartel que pone nuestro nombre. El escritor que diga no tener ego, miente cual bellaco, como decían los antiguos. En mi caso debo reconocer que si no hubiera sido por mi familia parental y la otra, la que se crea a base de cariño y solidaridad, la que me regalan día a día mis amigas Las Sepias, el ego se me habría encogido de soledad. Solo unos cuantos extraños se acercaron el día que firmé en la caseta 13, bajo el auspicio de la adELA, una asociación que presta su apoyo a los afectados por la Esclerosis Lateral Amitrófica con Ramón Alcaráz, siempre allí, siempre regalando su tiempo y su amistad. Ese día, acompañada del booktrailer de El asesino del ajedrez, vendí a desconocidos. ¡Qué cosas! La novela que menos trabajo me ha costado escribir, es la que más éxito tiene.
Allí han estado cada día de firma Gema Martín, Elena L, Carmen Martín Audouard, Nieves Beteta del Pozo, Carmen Martín Navas, Almudena Gutierrez, Mercedes González Santandreu, María Loreto Navarro Pacheco, Nataliuki Al, mi inefable amiga de toda la vida la periodista Mayte Diez, la pintora Pilar Ruiz, los escritores Cita Franco Parrilla, Manuel Navarro Seva, Bea Magaña y pido perdón si me dejo a alguien, que la memoria no es la que era. ¡Ah, sí! Los maridos de dos de ellas, que también son ya amigos, Pablo y Fernando. Y como siempre, Paco, mi hermano y editor. No puedo dejar de agradecer la presencia de mi cuñada Michu y varias de sus hijas, una de ellas, también escritora, Teresa Gallego Arjiz.
Y, vanidades al cubierto, no me queda más que dar las gracias a todos, que por mayoría son todas y desearles lo mejor. Por mi parte dejar ya de zascandilear y ponerme a escribir, que debería ser lo mío, pero... Como ya he dicho al principio, al no ser mediátrica, ni protagonista de un escándalo, todo esto supone parte del trabajo si quiero vender algún libro.


7 comentarios:

  1. Un placer haberte acompañado y figurar en este resumen.
    Se te quiere, sepia!!!

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    1. Gracias, abuela sepia. No sé la razón por la que tus comentarios salen en estéreo. He eliminado uno. Gracias, amiga. Seguimos en la brecha.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  3. Otra que su comentario sale dos veces. Pues lo dejo, que parece que tenga censura.
    Feliz yo por haber concido a una persona que borda la vida con sus pinceles.

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  4. Me alegra verte a pleno rendimiento. Te deseo muchas ventas y vanidades moderadas.
    Un abrazo.

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