viernes, 15 de noviembre de 2019

Fumar sigue siendo un placer, pero...

A menos de un mes para mi cumpleaños aparezco de nuevo por aquí para contar mis andanzas. La primera y más ilusionante es la publicación de mi última novela Las mujeres que no salen en los libros. La última, sí, porque no tengo intención de seguir escribiendo novelas. Es un duro trabajo que en este momento no me atrae, prefiero dedicar mi tiempo a escribir mis memorias y a estudiar en profundidad el género negro. Ninguna de las dos actividades serán para publicar, de hecho, las escribo en una libreta y abandono el teclado que cambio por mi pluma de toda la vida. Y si me canso, siempre me quedarán mis sellos, que están muy abandonados.

Y en medio de estos planes salta a la palestra la palabra cáncer. Yo que presumía de haber sobrevivido a su amenaza, llega una revisión rutinaria y aparecen nódulos en el pulmón, uno de ellos cancerígeno. Parece ser que, al no tener mestástasis, de esta no me muero, pero es un aviso. De momento, a falta de más pruebas, operación a la vista. ¡Menuda gracia! y decir adiós al único vicio que me quedaba: fumar. En fin, primero me dejó el alcohol y me convertí en abstemia sin demasiado esfuerzo, pero el tabaco es otra cosa, llevo con él desde los 12 años, que suponen la friolera de 62 años con él. De momento, de unos veinticinco cigarrillos al día he pasado a seis o siete. Después de la operación lo dejaré del todo.

Por lo demás, felicidad absoluta, aunque debo decir que mi familia está más preocupada que yo por este "accidente". De momento no me pienso morir, tengo cosas que hacer y mi convenio con la vida es hasta los 80 años, todavía me quedan algunos. Unos años para disfrutar de este paraíso que, por fortuna, es una de las zonas menos contaminadas de España. Candela está entusiasmada con la terrraza, desde la que vigila a los gatos que pasean por la calle y algún que otro perro despistado.

Otra renuncia en estos días ha sido decir adiós a parte de mi colección de novela policiaca. Me he quedado solo con las autoras y los 'chicos' se han ido a la biblioteca de El Rincón de la Victoria, que ha enviado a dos jóvenes a por ellos. Yo los tenía en cajas y en un momento han desaparecido llevándose un trocito de mi pasado. Esta casa es pequeña, a mi medida, pero insuficiente para tanto libro. La aparición del formato digital ha hecho menos dura esta donación porque muchos los tengo metidos en el iPad, por si algún día quiero releerlos.

Ya no tengo más novedades que contar por el momento. Os pondré al día cuando salga de esta. Un reto más cuando pensaba que ya los tenía todos superados, porque dejar Barcelona hace ya seis años, se llevó parte de mi vida. Sin embargo Madrid y sus gentes me devolvieron la ilusión y mi último cambio ha supuesto un volver a empezar que jamás pensé sería tan literal, porque es así: volver a empezar es lo que me espera.

Gracias por vuestra visita.


5 comentarios:

  1. Te he acompañado durante tu aventura madrileña, sigo contigo en la distancia, que para eso está el teléfono y me tendrás a tu lado con el cáncer, no es lo que más me gusta, pero no se puede elegir.
    Un beso enorme, amiga.
    Y un achuchón a Candela, que luego se enfada.

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  2. Lo sé, Almudena. Sabes que cuento contigo. Me parece que se avecinan tiempos duros y siempre es mejor no pasarlos sola.

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  3. Mi querida Mercedes:
    El que haya estado tanto tiempo ausente no significa que no sigas estando en mi corazón.
    Tú sabes muy bien que cada uno tiene lo suyo, ¿verdad?
    Ojalá pudiera estar a tu lado ahora.
    Eres admirable y sé que aún te queda mucho que dar a esta "pobre" humanidad.
    Te quiero mucho, amiga,
    Isabel

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. No se como te he encontrado Me gusta tu entrada a pesar del dolor. Es clara palpable hermosa...Te dejo un abrazo y mi admiración

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